Oriundo de Oaxaca, egresado de Prepa UPAEP Tehuacán; llegó a las Águilas para ser campeón a nivel juvenil y hoy ser una pieza clave del equipo universitario. Él es Luis Javier Silva Pérez, estudiante de Fisioterapia y pívot de la quinteta emplumada.
¿Cómo recuerdas que empezaste a jugar básquetbol?
Recuerdo que empecé a jugar basquetbol en una cancha de aquí de Oaxaca, mis padres querían que entrenara algo, pero yo realmente no lo deseaba, entonces me presenté con el entrenador de mis hermanos, quien después me convenció para empezar a entrenar en el gimnasio Flores Magón de aquí de Oaxaca. Y desde que toqué el balón me enamoré y me encantó.
Una vez que te enamoraste del deporte, ¿qué fue lo que siguió?
Empecé a competir a los 13 años, mi primera competencia fue una Copa Telmex. Seguí entrenando con la intención de llevar a Oaxaca hasta un nacional. Estuve presente también en varios procesos de olimpiadas, hasta que llegué a la prepa.
Esa copa Telmex la jugaste a nivel nacional?
No, solamente he jugado una Olimpiada Nacional, la cual perdimos contra Chihuahua, esa olimpiada la jugué con Puebla.
Esa primera olimpiada nacional ¿en qué año fue? ¿cómo pasaste a representar a Puebla?
Fue en el año 2016, se realizó el Nacional en la ciudad de México.
Fue mi último año de olimpiada donde me vi en una decisión difícil, ya que era jugar con Oaxaca o representando a Puebla. Entonces decidí presentar a Puebla por las oportunidades; entonces me pidieron una carta de baja para poder jugar con Tehuacán, participé con Prepa UPAEP Tehuacán donde perdimos en la etapa Regional, y fui seleccionado y convocado por Puebla para competir en el nacional.
¿Y en el nacional cómo les fue?
Fue un nacional bastante competitivo, lleno de apoyo de los padres y directivos; un nacional lleno de experiencia y aprendizajes. Es en ese tipo de competencias donde uno sabe que debe mejorar. Perdimos contra Chihuahua en cuartos de final.
Hablas de aprendizaje, ¿qué te dejo esa olimpiada?
A no menospreciar al rival, ser más humilde, saber los pros y contras, como actuar en situaciones bajo presión. También a darlo todo en cualquier partido y no sólo en los que uno considera importante.
Hablaste hace rato de tu papá y su búsqueda para una buena prepa, ¿cómo fue ese proceso para llegar a Tehuacán?
Él investigo; yo iba a entrar a una prepa aquí en Oaxaca hasta que me ofrecieron una beca del 70 para poder irme a Tehuacán. En ese entonces yo tenía 15 años; se tomó la decisión de que me fuera y allá encontré una perspectiva del deporte más interesante y más motivante.
¿Qué rescatarías de tu paso por Tehuacán?
Motivación, sudor, mucho sudor, compañerismo y camaradería. Más que nada que cada trabajo que uno realiza debe ser valorado, rescato el tiempo que le dediqué al basquet para mejorar; también la motivación que encontré al jugar en un nivel más alto al que estaba acostumbrado.
Después de Tehuacán, llegó la Lic. Adriana Ramírez (coordinadora de básquetbol en upaep) con la invitación, ¿Cómo fue?
Adriana me comentó que en un partido, de mi último año en Tehuacán, contra Prepa UPAEP me vio mi talento y de inmediato pensó que podía ser una muy buena pieza para el equipo universitario. Aquel partido fue el único que perdieron en CONADEIP.
¿Estando en Tehuacán aspirabas a llegar a UPAEP?
Desde que supe de UPAEP fue mi primera opción.
¿Y cómo fue tu proceso para entrar al equipo?
Me invitaron a un entrenamiento privado. Era una práctica normal durante 3 días para probarme. Estaba nervioso pero el equipo me recibió muy bien, en todo momento me sentí como en casa.
En tu primera temporada reforzaste al equipo juvenil para CONADEIP, ¿qué representó para ti?
Una oportunidad de lograr un campeonato en CONADEIP y de hacer lo que me gusta desde un punto de vista diferente.
Ese Campeonato Nacional en Guadalajara lo jugaste muy bien, en lo personal creí que te llevabas el MVP, ¿cómo te sentiste tú?
Realmente me sentí bien al lado de mis amigos y de mi familia combatiendo en cada partido.
Recuerdo a tus papás apoyando, ¿qué tan importante es ver a tu familia en una competencia?
Realmente es muy importante, me gusta mucho saber que mi familia está en las gradas apoyándome. Es uno de los pilares más fuertes en mi vida.
Por muchas razones no habías tenido la fortuna de ganar, ¿qué sentiste al ser campeón nacional?
Un alivio, me quité una espina que estaba encajándose; realmente estaba muy emocionado, fue una experiencia nueva, no sabía qué hacer, me sentí excelente y más porque el campeonato lo obtuve con mi familia UPAEP.
En el equipo universitario, te tocó caer en el Ocho Grandes anterior y esta temporada andaban cerrando muy bien, ¿cómo sientes que va creciendo el equipo?
Realmente sé que este Ocho Grandes que se canceló nos lo hubiéramos llevado, porque el equipo se sentía más integro, había mejor entendimiento entre los jugadores.
Las derrotas pasadas dolieron muchísimo, pero siento que nos dejó la experiencia de haber participado y el aprendizaje de que uno tiene que levantarse y tener el carácter. Sé que mi familia y yo estábamos muy de acuerdo que este año nos llevábamos la copa de campeones; y por familia me refiero a mi equipo, a mi universidad.
¿Qué objetivos tienes con el equipo?
La verdad es que todos en el equipo lo compartimos; .ser campeones en los Ocho Grandes.
En lo personal es mejorar cada día, para poder aportar más a mi equipo dentro y fuera de la cancha; entregar el 110 %.
¿Qué significa Javier Ceniceros para ti?
Es una figura de esfuerzo, carácter y motivación. Antes me imponía mucho verlo en la cancha, ahora sé que es muy apasionado a lo que hace.
Los gustos de Javier Silva
Deportista favorito: Me gusta mucho Rodman y Pippen.
Equipo favorito: No tengo.
Película favorita: Van Helsing, Spirit y el Planeta del Tesoro.
Libro favorito: El Principito.
Música favorita: Escucho todo estilo de música, me gusta todo, en especial electrónica y pop ya sea español o inglés.
Comida favorita: El pozole y el mole negro de Oaxaca.
Hobbies: Jugar voleibol con mi familia, jugar videojuegos, salir a caminar e ir al cine.