Equipos representativos
El origen de nuestro grito de guerra
11 mayo Por: Hugo Quintero
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En el primer lustro de la Universidad, un grupo de estudiantes se  encargaron de alentar a los equipos representativos. 


Fotos: Proyecto de Memoria Histórica UPAEP

El Alerombo, alpha y omega del deporte UPAEP en cada competencia, ha recorrido todo el país para impulsar a las Águilas en sus gestas, pero hoy también marca el éxito de los estudiantes en las ceremonias de grado y es un motivo de festejo en cada aniversario.

Eran los primeros años de la Universidad (aproximadamente 1976) y el deporte daba sus primeros pasos a nivel  estudiantil cuando el torneo de los barrios tenía como máxima rivalidad a la UPAEP y la Normal del Estado.

Esa rivalidad motivó a que un grupo de estudiantes, liderado por Alfredo Martínez “Chabelo” (alumno fundador) y respaldado por el Lic. Mario Iglesias, formara un grupo de animación con sus compañeros para alentar a los equipos de la UPAEP en esos torneos.

Universitarios y normalistas llegaban a las finales recurrentemente tanto en el fútbol como en el básquetbol. “Chabelo”, don Mario y los estudiantes asistían a los recintos deportivos para entonar el a la bio a la bao a la bim bom bam; pero eso no les era suficiente y necesitaban una arenga propia.

Los universitarios, tomaron la palabra Alerombo de un grupo de alumnos de Prepa UPAEP que lo coreaban para, paulatinamente, darle forma al nuevo grito de guerra. En un inicio fue para los partidos de fútbol, primer equipo representativo.

“Salió de una porrita, alguien por ahí llegó con ella y entre todos empezamos a buscarle para que fuera el grito de batalla. Fue un poco fortuito y nada pensado, algo muy natural que empezamos a usar hasta que se quedó”, rememora Alfredo Martínez.


¡Alerombo! ¡Alerombo! Alerombo bom bo, chunta chunta, lero, lero, chunta chunta, lero lero, ¡UPAEP!, ¡UPAEP!, ¡UPAEP ES EL MEJOR!.

Pero donde realmente se popularizó, enfatiza Carlos Castro, fue durante los juegos de básquetbol. “Particularmente durante la primera gran final del torneo de los barrios contra la Normal del Estado en noviembre de 1977 dónde se abarrotaba el gimnasio del club Alpha 2, que en aquel entonces era la sede del equipo de la UPAEP”.

Con la porra armada, el grupo y el ambiente iban creciendo; el mote de águilas surgía y eso era aprovechado por algunos para, con engrudo y plumas, simular al ave; mientras que con gritos e instrumentos como el tololoche y las tumbas, se apoyaban a los equipos.  

Con el Alerombo, surgieron dos “gritos” más para complementar la animación: la “Cumbia de la UPAEP” y el “Vuelan las Águilas”, ocupado mayormente para el baloncesto. 

“La cumbia de la UPAEP fue de un señor (no recuerdo el nombre) que nos la regaló. En un casete se la llevó al rector Mario Iglesias y nosotros tomamos dos o tres estrofas de esa cumbia y la complementamos para la porra… incluso, posteriormente, la grabamos en un estudio”, recuerda el “Chabelo”. 

Alfredo Martínez no duda en señalar que el entonces rector, Mario Iglesias fue parte importante para el surgimiento del grupo de animación y las porras. “Fue un detonante muy importante, la primera vez que se metió (en la porra) con la bandera en la mano fue muy motivante para nosotros. Con el paso del tiempo, él nos apoyó con más instrumentos y nos acompañaba mucho en los juegos”.

Para la Universidad representa mucho, pero tal es la fuerza del Alerombo, que ha traspasado a la comunidad UPAEP y la gente de otras ciudades se lo ha aprendido para adoptar a las Águilas como su equipo. Así sucedió en la Universiada Nacional del 2000, donde el público de Tamaulipas apoyó a la escuadra de básquetbol varonil hasta la consecución del título.

“El equipo jugó muy bien desde el primer partido y la gente se empezó a involucrar (personas de la ciudad y alumnas de la universidad de Tamaulipas). Llegamos a la final contra el CEU en un juego que estuvimos 20 puntos abajo; la gente comenzó a apoyarnos y para mi sorpresa se sabía el Alerombo después de haberlo escuchado los días anteriores. El equipo se motivó, le dio la vuelta al partido y fuimos campeones ganando por más de 20 puntos”, recuerda Adriana Ramírez, coordinadora del básquetbol en la UPAEP.

Integrantes de la porra

Raúl Suárez Contreras, Daniel “capi” Lezama, José Francisco “Pepe brujo” Arámburo, Juan Carlos “maracas” Olalde (QEPD), Humberto “Betote” Aguilar, Carlos Mario “la loca” Solís (QEPD),  Carlos Manuel “caballo” Zurita, Jorge Domínguez, “el Lenon” Gali, José Luis “Pepe Güicho” Balbuena, Jaime “Jimmy” Aureoles, Alejandro  Colombres, “el oso” Lezama, José Luis Cajica (QEPD), José Luis “el loco” Bortoloti, Bernardo Flores, Heliodoro «lolo» Fraile, Armando Adame, José Luis Ruiz “el Jerry”, Carlos Osorio “el poste”, Ignacio Batista “el negro”, José Luis “la changa” González, Fernando “el güero” Carballo, Alejandro Mendoza, José Luis Castro Pedraza “doctor casped”, Rodolfo “el burro” Durán, Benito Flores Cuadra, Jesús “chuchito” Guzmán,  Miguel Ángel «Migue» Mantilla, Alejandro Lárraga “el ceto”, Juan Manuel “el mouse” Aguirre, Fernando “el feo” Villar, Lorenzo “el cuá cuá” Peláez, Santiago “el negro” Escutia, Roberto González Perdomo “el Benito” (QEPD), Alfredo González Albo “poncianito”, Salvador “chavico” Martínez, Guillermo Guevara “el memelas”,  César Amaya “melody”, Manuel Alonso “Manolete”, “el chagui” y el “el vato”, entre otros. 

 

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