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Javier Ceniceros, mentor y formador extraordinario
27 marzo Por: Hugo Quintero
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Uno de los pupilos que ha tenido Javier Ceniceros habla sobre la persona que tuvo como maestro de vida

“Javier Ceniceros ha jugado una pieza muy importante en mi vida; es considerado uno de los mejores entrenadores en México, universitariamente el mejor, pero él es aún mejor persona que coach, dejó una huella trascendental en mi vida”, señala David Luengas, egresado de UPAEP y jugador de las Águilas en el periodo 2002-2006.

Con el equipo emplumado Luengas fue campeón de la Conferencia Premier de CONADEIP en 2002, 2005 y 2006. Además consiguió el título de la Copa Telcel 1era. Fuerza 2004 y de la Alianza Nacional de Básquetbol 1era. Fuerza 2005.

Sin embargo para llegar a ser un referente en esta época de campeonatos, la vida le puso a David Augusto Luengas Guayda pruebas que sortear, eso sí, con la ayuda de su entrenador Javier Ceniceros.



David Luengas jugó en la categoría Juvenil C para el equipo de UVM Lomas Verdes, incluso desde ese equipo consiguió arrebatarle un campeonato nacional al cuadro de UPAEP. “Yo soy de la Ciudad de México, una de mis opciones para la universidad era el Tec CEM y coincidió un juego entre los Borregos y la UPAEP. Fue ahí que Vladimir Vargas habló conmigo y me dijo que Javier estaba interesado en mí ya que me ubicaba por aquel campeonato que les habíamos ganado. Así que asistí al campo de pruebas y afortunadamente me aceptaron en la temporada 2001-2002”.

Justo en el 2001, llegó el primer momento difícil en la vida de David: la muerte de su padre. A eso había que sumar el salir de su casa y llegar a una nueva ciudad.

David señala que con la pérdida de su papá empezó a bajar su desempeño académico y deportivo; además hubo gente que dejó de creer en él; sin embargo el coach siempre le tuvo fe y representó un pilar en su vida para convertirse en lo que hoy es: un profesionista que ha formado una familia. 



“Yo vi en ese momento a Javier como una figura paterna, porque él me dababa consejos para salir adelante, para mejorar como persona y como jugador, me dio consejos para acabar mi carrera y tener un panorama distinto para mi futuro”.

Con el pasar del tiempo recuerda un detalle sencillo pero muy significativo. “Estaba susceptible, vulnerable, sentimental y muy dañado anímicamente; el día de mi cumpleaños me compró un pastel, nos reunimos todos y tuvo palabas de aliento. Fue muy importante ese momento porque supe que podría contar con él como coach, como persona y más importante como mentor”.

Ya en sus últimos semestres de estudio, la vida volvió a sorprender a David, esta vez con su mamá, a quien le detectaron cáncer. “Mi cabeza volvió a estar inestable, yo quería ayudar a mi madre así que empecé a trabajar. Obviamente volví a tener un bajón académico, fue así que Javier me dijo: ‘esta situación es muy delicada, lo mejor es que salgas del equipo y te concentres totalmente en apoyar a tu familia; sin embargo nosotros te vamos a apoyar con la beca’. Me dejó sin palabras, incluso ahorita me pongo sentimental, porque son detalles que realmente se quedan muy marcados”. Afortunadamente la mamá de David se encuentra con vida el día de hoy.



David Luengas se recibió en Comercio Internacional; además se convirtió en bombero y hoy vive en Boston, donde ejerce su segunda profesión. “Ayudamos en muchos sentidos, inclusive ahorita que estamos viviendo esta pandemia estamos en la primera línea ayudando y haciendo cosas por la comunidad”. 

“Sin temor a nada puedo decir que el David que hoy tiene una familia sólida, que tiene un trabajo honorable en otro país y que le ha ido bien en la vida, se lo debe a Javier Ceniceros por las acciones que hizo y las conversaciones que tuvo conmigo”, finaliza.

 

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