De charla con dos amigas, una que trabaja para el IMSS y otra que trabaja en conocida compañía de seguros de vida, llegamos al punto inevitable de analizar las condiciones en que nos encontraremos, en un futuro no tan lejano, de seguir con la tendencia en que vamos. En primera porque a nuestra generación y a las que vienen detrás, se nos privará de contar con una pensión y en segunda porque para contar con el llamado Sistema de Ahorro para el Retiro hay que trabajarle duro si quisiéramos vivir “dignamente”.

Y digo “dignamente”, porque ni los salarios en la actualidad son tan dignos como para llevar una vida cómoda, pero bueno, ese es otro tema. Regresando al punto de los seguros, quizá podemos pensar que es inútil el gastar en un seguro porque en esta etapa de nuestra vida gozamos de plena salud, además de que en teoría, al contar con un trabajo, tenemos derecho a contar con seguridad social.

¿Pero qué pasa si nuestro sistema de salud está al punto del colapso?, si leemos las noticias, nos daremos cuenta que la situación del país en salubridad va en picada. Hay desabasto de medicamento, los hospitales están sobrepoblados, los equipos no funcionan, etc.

Quisiera pensar positivamente para creer que en algún momento de la vida esta tendencia de nuestro sistema de salud mejorará, pero seamos honestos, no solo con desearlo sucederá, así que debemos tomar medidas precautorias, y la primera de ellas es empezar a cuidar de nuestra salud antes de que ningún hospital funcione “gratuitamente” o que ningún contrato de seguro cubra nuestras necesidades.

Si han tenido familiares con enfermedades crónico degenerativas como son cáncer o diabetes, sabrán que además de hereditarias son costosas y que no hay dinero, por mucho que tengamos, que cubra el tratamiento que de por vida se deberá consumir, porque hasta ahora no se ha detectado un tratamiento que elimine completamente dichas enfermedades.

Por ejemplo, una quimioterapia puede llegar a costar 40 mil pesos el tratamiento diario, una diálisis 7 mil pesos, hemodiálisis 8 mil pesos, tratamiento para la diabetes 27 mil pesos, en fin, podrías continuar la amarga lista de precios, pero la idea de este texto es justo reflexionar y hacer conciencia que no hay mejor forma de evitar caer en las garras de algún servicio de salud público o privado que comer sanamente y evitar los excesos.

Sé que estamos en la etapa en la que nos podemos reventar sin preocuparnos del mañana, pero no lo tomemos tan a la ligera, que justo en este punto de nuestra vida es que “valemos” más, sí, valemos más por ejemplo para las compañías de seguro, que al estar sanos pueden asegurarnos por una cantidad mayor que si presentáramos algún “achaque de la edad” o  alguna enfermedad crónico degenerativa.