El profesor Eiji Kawahigashi, responsable de la investigación de riesgos en Nicaragua, referentes a alertas de huracán o posibles inundaciones, compartió con estudiantes de Ingeniería Civil, la perspectiva que se tiene en Japón para prevenir daños por catástrofes naturales, ya que la gestión de riesgos se enfoca en el antes, durante y después, así como en las actividades que se realizan para otorgar ayuda.

Este sistema surgió debido a que en Japón ocurren tsunamis, inundaciones, erupciones de volcanes, sismos, entre otros, por lo que dicho país ha desarrollado tres tipos de gestiones: gestión prospectiva, que se enfoca en que la población no viva en la zona de riesgo; gestión correctiva, enfocada en reducir el riesgo existente aunque la población se encuentre en la zona de riesgo; y la gestión reactiva, que se enfoca en enfrentar el riesgo y desastre, preparando a la población ante cualquier catástrofe natural.

De esta forma, el profesor Kawajigashi comentó que, aunque en Japón la población se encuentra concentrada en zona de riesgo, ya que el 70% del territorio es zona montañosa y el 30% es territorio plano, se han realizado varias represas para evacuar los caudales de los ríos principales de la región, así como acotar diferentes medidas para enfrentar los desastres; sin embrago, el principal enfoque del país está en la construcción de obras para tratar de evitar problemas, estrategia que se conoce como distribución de riesgo.

Otra de las medidas tomadas por Japón, es la creación de mapas de las amenazas a las cuales se puede enfrentar: tsunamis, sismos, inundaciones o derrames, que luego son divididas entre zonas de amenaza, rutas de evacuación y albergues, las cuales, a pesar de ser localidades riesgosas, vuelven a ser ocupadas por necesidad de los pobladores, ya que ahí se pueden realizar actividades como pesca y acuicultura, lo cual motiva a la gente a vivir cerca de su lugar de trabajo.

El ponente finalizó mencionando que la gestión de riesgos se enfoca en no tener pérdidas humanas, aunque ocurran perdidas monetarias y materiales, pues aunque la población se encuentre dentro de las zonas de riesgo, las autoridades tomarán medidas en relación a los tres tipos de gestiones con tal de salvar vidas. Esta visión es la que se busca implementar en diferentes países, como en el caso de Nicaragua, para reducir el número de victimas por estos desastres.