Entrevistas
La realidad versus expectativa del ahorro
13 abril Por: María Isabel Ascención Medina
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Así como en temas de salud personal se necesita tener ciertos hábitos de higiene, de alimentación, de comprensión sobre lo que me es benéfico y la voluntad de alejar lo que me es perjudicial; en los temas de salud financiera es requisito repetir dicha fórmula.

Ten en cuenta que aún no estoy hablando de la libertad financiera, la cual es posible; pero para ello lo primero que debemos revisar o trabajar es que tu convicción está asentada de forma orgánica, de lo contrario solo sonaré como una fantasiosa que se ha creído todo el libro de Padre Rico, Padre Pobre.

O sea que lo primero es entender y acepar que ahorrar tiene que ver con algo más que ahorrar, hay que educar a la mente, educar los hábitos, tener presentes los tips convenientes a nuestros estilos de vida, rodearnos de la gente correcta, establecer los límites adecuados, y que además te “exijas” evidencias físicas.

Y es que mucho de los fracasos de querer ahorrar es que sólo sucede de forma mental, por eso las repeticiones, mantras, afirmaciones de abundancia no sirven sino se llevan a la manifestación, a lo palpable, a lo 3D.

Por ejemplo, si acudes al 2 por 1, del famosísimo Julio regalado, y dices: me acabo de ahorrar la inversión del siguiente mes, porque me estoy llevando dos cosas en lugar de una que de todas maneras voy a volver a requerir, hasta ahí, a mi también me suena lógico. Sigue que sales feliz con tu adquisición y contentísimo porque crees haber ganado 500 pesos - por decir algo-.

Así que asumes que tienes saldo a favor para ocupar y esa misma noche los empleas…(sonido ambiental de grillos)…  ¿Ya te disté cuenta que entonces perdiste lo que supuestamente habías ganado con el descuento previo?, eso es ahorro mental.

Nuevamente estás 500 pesos más lejos de tu objetivo; por tanto, ahorrar también tiene que ver con dominar tu impulso de gastar.

Contrario a ello, el ahorro real es un “apartado” significativo por un bien mayor el día de mañana (a futuro y no sólo minutos u horas), lo correcto es que esos 500 pesos sean depositados en tu cuenta de ahorro, de inversión, en tu seguro, en un botecito, en la alcancía de los viajes, en el sobrecito pal retiro, eso sí es ver el resultado de tu brillante compra.  Pensamiento, y acción son congruentes, se corresponden.

También podríamos suponer que no hubo oferta de nada, y que por ti mismo prefieres pactar un monto que mes con mes puedas destinar a este objetivo inteligente disfrazarlo de costumbre. Aquí es donde me quito el sombrero y aplaudo tu compromiso, para contigo.

Lo cual obedece a un tema más profundo, al que llamaré presupuesto y responsabilidad y que abordaremos próximamente.

En tanto con nuestro artículo pasado y este, ya tienes tarea que revisar para empezar a entrenarte, recuerda que en cuanto antes empieces tu curva de aprendizaje, más rápido te podrás ir familiarizando con más conceptos y consejos.

Sigue teniendo presente que ahorrar no es lo mismo que invertir, pero si no empiezas por la “educación básica financiera”, no esperes comprender como se comportan las herramientas existentes para hacer crecer tu dinero.

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