Hace aproximadamente tres meses iniciamos esta aventura conocida como Las Voces de Ingenierías en la que hemos podido compartir brevemente el quehacer de quienes conforman el claustro académico del Decanato de Ingenierías. En ese tenor, nos hemos acercado a problemáticas que van desde problemas abstractos, como las implicaciones de la existencia de núcleos en interacciones digitales y la posibilidad de minar agua en cometas, hasta aplicaciones concretas como la localización de centros de distribución en zonas de desastre, la regulación del 5G y el análisis de una contingencia sanitaria, por recordar algunas de las columnas pasadas. Así, muchos de los temas que se han abordado en la columna se caracterizan por su actualidad y reciente introducción en una sociedad que enfrenta múltiples cambios tecnológicos. Pero, en este escenario, ¿qué pasa con las actividades clásicas de la ingeniería como la construcción? En la presente columna retomamos la labor del ingeniero en la sociedad actual poniendo énfasis en la ingeniería civil, considerada por muchos la ingeniería más antigua.1
Por lo anterior, es oportuno introducir una definición de lo que es la Ingeniería. Para ello resulta conveniente hacer referencia a uno de los más destacados ingenieros mexicanos del siglo XX, Emilio Rosenblueth, por cierto, Ingeniero Civil.
"La ingeniería es una profesión, no un arte, no una ciencia ni una técnica. Estas categorías comparten herramientas, capacidades y propósitos. Sus diferencias son cuestión de énfasis. En un arte el propósito sobresaliente es la expresión; en una ciencia el acercamiento a la verdad; en una técnica el servicio al cliente, y en una profesión el servicio a la sociedad. Los conocimientos que requiere un técnico se hallan en manuales; lo que le interesa de cualquier problema de su incumbencia está resuelto. En cambio, para el profesional cada problema es nuevo".2 Es por ello que, en términos generales, y con este enfoque, el quehacer del ingeniero es vital para la sociedad.
El Ingeniero tiene la responsabilidad de realizar un diagnóstico objetivo de los problemas que aquejan a la Sociedad, con el propósito de planear, diseñar, construir, fabricar y operar máquinas e infraestructura que proporcionen soluciones a los problemas identificados. La principal estrategia que tiene el Ingeniero para lograr lo anterior, y elegir la solución que más convenga, debe ser el optimizar los sistemas que diseña. En otras palabras, el Buen Ingeniero siempre debe buscar el máximo beneficio para el mayor número de personas.
En el caso del Ingeniero Civil, este proporciona el medio para poder satisfacer las necesidades básicas de la población mediante la construcción de la infraestructura necesaria. Tal es el caso de la vivienda, oficinas, carreteras, puentes, aeropuertos, ferrocarriles, puertos, sistemas de suministro de agua potable, sistemas de saneamiento de aguas residuales, canales de riego, escuelas, hospitales, estadios, entre muchas otras. Es decir, la ingeniería civil se encarga del diseño, construcción y operación de obras que impactan directamente en las actividades, productivas o no, de quienes conforman un país. Por consiguiente, a pesar de ser una profesión muy antigua, es difícil pensar en el bienestar social sin visualizar el involucramiento del ingeniero civil en el diseño, construcción y operación de cualquier tipo de infraestructura.
La Resiliencia en la Sociedad es un tema que actualmente está modificando paradigmas en muchas disciplinas; fenómeno en el que la Ingeniería Civil no ha quedado exenta. En este aspecto, es necesario desarrollar conocimiento, mediante proyectos de investigación multidisciplinarios, para lograr que la infraestructura sea resiliente a las adversidades y al mismo tiempo cumpla el objeto para cual es creada. Entonces, se puede decir que el Ingeniero Civil transforma el mundo para el beneficio de la sociedad. En este proceso de transformación la tarea no es fácil, pues el Ingeniero Civil debe tomar en cuenta el impacto que tendrán sus decisiones en el entorno donde desarrolla sus actividades pues debe procurar el equilibrio entre lo que construye y el medio físico que se verá modificado. Entonces, al intervenir en el medio ambiente, el ingeniero civil también debe incorporar de la mejor manera posible las incertidumbres propias de la naturaleza pues la construcción de infraestructura tiene que ser funcional tanto en el presente como en el futuro. Bajo este enfoque, el ingeniero civil debe de ser capaz de generar Sistemas e Infraestructura Resilientes3 pues las obras ingenieriles están expuestas a diversos fenómenos naturales durante su vida útil.
Por último, cabe mencionar que los esfuerzos de nuestra Escuela de Ingeniería Civil se han centrado, desde sus inicios y a 47 años de existencia en la UPAEP, en crear líderes que transformen a la sociedad, buscando siempre el Bien Común. Lo anterior se puede ver reflejado con la destacada participación de los estudiantes de Ingeniería Civil en el Congreso Nacional de Edificios a Escala,4 así como en los múltiples proyectos de investigación y aplicación relacionados con los sismos y la construcción.5
Referencias / References
1Historia, origen y evolución de Ingeniería Civil. (2020). Retrieved 18 November 2020, from https://civilmas.net/
2Vázquez Lizárraga, R. I. (2012). ¿Qué ingenieros necesita México? Innovación educativa (México, DF), 12(60), 125-135
3Quintana, H. A. R., & Lizcano, F. R. (2007). Comportamiento resiliente de materiales granulares en pavimentos flexibles: estado del conocimiento. Revista Ingenierías Universidad de Medellín, 6(11), 65-90.
4Ingeniería Civil UPAEP, 1er lugar en el 5º Congreso Nacional de Edificios a Escala organizado por la SMIS. (2020). Retrieved 18 November 2020, from https://upress.mx/index.php/
5Después de un sismo, es importante evaluar las condiciones de los inmuebles. (2020). Retrieved 18 November 2020, from https://upress.mx/index.php/
Dr. Eduardo Ismael Hernández |