Mucho se ha dicho y escrito sobre la innovación, incluso por uno de los autores de esta columna. [1] [2] [3] [4] [5] [6] [7] [8] [9] Hoy nos complace agregar la perspectiva del Fis. Max Hofbauer, un físico de formación, pero un innovador y solucionador de problemas por naturaleza y dedicación. Con gran placer le damos la bienvenida a esta conversación en curso sobre la innovación y la relación de la UPAEP con este tema fundamentalmente importante. Juntos, los autores aportan más de 75 años de experiencia en innovación como un estilo de vida y enfoque personal, con experiencias en docenas de industrias e innumerables proyectos en un amplio espectro de disciplinas. Este trasfondo compartido en innovación, en la práctica y no solo en teoría, ha sido una fuente rica de conversación sobre el tema. Hoy, ponemos en papel el primero de estos diálogos entre innovadores para compartir con nuestros lectores.
Últimamente, el término innovación se ha convertido en una palabra de moda, casi una parte de la vida cotidiana. Un interminable desfile de artículos y páginas web hablan sobre los procedimientos, las ofrendas de sacrificio y el canto propiciatorio que se requieren para recurrir a las musas evasivas de la innovación. Sus autoproclamados guardianes y gurús reservan su conocimiento trascendental para aquellos pocos ricos que están dispuestos a comprar su admisión en al sanctum sanctorum de la innovación.
Sin embargo, el concepto más profundo y tangiblemente real de la innovación es conocido solo por aquellos personajes aventureros que han estado allí, en los rompeolas del espíritu humano. Por extraño que parezca, un lugar cruel y solitario que hace todo lo posible para moler a los que no están dispuestos y no pueden y convertirlos en el polvo del fracaso y la derrota. Aquellos que tienen éxito pueden pagar un alto costo, pero las recompensas también son muy importantes.
Puede ser útil saber que todo lo que nos define como seres humanos necesariamente también es anterior a nuestro estado actual de humanidad. Este hecho por sí solo dificulta nuestra capacidad de comprender cómo nos convertimos en lo que somos. A pesar de que somos un producto natural de nuestro medio ambiente, nuestras mentes también son un producto de sí mismas. El cerebro dio a luz al lenguaje y, a su vez, el lenguaje hizo que el cerebro creciera y se volviera más complejo, como un Ouroboros mordiéndose la cola. Si bien este proceso de arranque es muy efectivo, no podemos comprender completamente los procesos fundamentales involucrados, ya que somos el mismo producto que intentamos entender desde una perspectiva objetiva (exterior), algo que puede ser imposible de lograr por completo. Lo mismo puede decirse también sobre la marcha bípeda, la innovación o cualquier otra cosa que nos hace fundamentalmente humanos.
La búsqueda para comprender el funcionamiento interno de la mente innovadora no ha tenido mucho éxito. Otros aspectos de la humanidad fundamental han tenido más éxito aparente. Por ejemplo, la comprensión de la marcha bípeda recibió un gran impulso en los últimos años. Varias empresas y centros de investigación han estado lanzando grandes bultos de dinero al problema aparentemente simple (los niños pequeños pueden aprender esta tarea sin mucha profundidad cognitiva, después de todo), hasta que finalmente lograron crear una imitación robótica del humano caminando, corriendo, saltando e incluso haciendo exhibiciones impresionantes del parkour. La complejidad inesperada de la tarea, el inmenso poder de procesamiento de números y la velocidad extrema de las computadoras necesarias para lograr un robot ambulante, nos muestran que nada de este proceso es "simple". Es una función, bien oculta en lo más profundo de nuestras mentes, que se ejecuta en segundo plano y rechaza cualquier escrutinio por los medios disponibles. Entonces, para enseñar a un robot a caminar, tuvimos que explorar los primeros principios, como si no supiéramos nada acerca de la marcha que no sean las observaciones simplistas.
Es muy probable que las mismas conclusiones puedan extenderse a la innovación, donde el hecho de que sea aún más fundamental para nuestra naturaleza humana esconde el proceso detrás de cubiertas aún más pesadas. Algunas señales apuntan claramente en esa dirección, como el hecho de que la innovación se puede transmitir más eficazmente con el ejemplo que con la palabra, como es el caso de caminar. Podríamos llenar volúmenes que describan el proceso de caminar, pero una simple demostración puede lograr o superar la comunicación del concepto. Podríamos escribir sobre la innovación hasta el final del universo, y nunca será tan efectivo como traer a un nuevo aprendiz al área de trabajo y poner sus manos en un problema real.
Existen muchas complicaciones adicionales en la definición / explicación / transmisión de la innovación. Por ejemplo, la misma complejidad de estos temas difíciles de explicar ha sido un refugio para los charlatanes e imitadores, cada uno de los cuales contribuye a un flujo de confusión y ofuscación aparentemente inagotable sobre el tema. Para los verdaderos innovadores, las mismas cualidades que ayudan a sostener su innovación también pueden conducir a una dificultad para comprenderlos. Los innovadores son personas altamente irreverentes, poco dispuestas a aceptar el status quo, con mucha terquedad y dedicación a la tarea en cuestión. Estas cualidades son necesarias, incluso deseables en alguien que necesita poder continuar incluso ante un fracaso prácticamente garantizado. Thomas Edison tomó más de mil experimentos diferentes hasta que la primera bombilla brilló de manera constante, sin quemar su filamento. Ninguna persona típica y razonable podría realizar tal proyecto con tanto fracaso. Una extremadamente pequeña parte de la humanidad puede enfrentar miles de fracasos sabiendo que el próximo es solo un paso más cerca del éxito. ¡La gente resistente y obstinada es la materia prima para innovadores! Y, sin embargo, esta misma materia prima no es fácil de estudiar, no encaja bien en las burocracias y puede ser muy complicada (si no es que a veces es absolutamente imposible de manejar). Puede marchitarse y morir en el cautiverio de una vida demasiado regida o morir de hambre en la dieta de "igualdad" y previsibilidad. Como tal, puede ser difícil (algunos argumentarían, imposible) ubicar la innovación en un entorno muy controlado y medir indicadores de rendimiento o experimentales sobre la innovación.
Y, sin embargo, ante todas estas dificultades, la innovación es algo que se puede aprender. Si bien no necesariamente algo que requiere una universidad, una universidad es absolutamente un lugar que puede configurarse para propiciar el aprendizaje innovador y el proceso de innovación en sí. La innovación no se encuentra en listas de verbos, en formularios y formatos gubernamentales, en números de créditos o en indicadores y medidas de resultados. La innovación se encuentra en individuos, y en reunir a estos individuos, dándoles un ambiente para prosperar y tener éxito, y fomentando su espíritu innovador donde cualquier universidad tendrá éxito o fracasará.
Cada vez que una persona Innovadora con experiencia toma un aprendiz (estudiante, alumna, candidato, etc.), una lección muy simple se enseña una y otra vez: “¡No renuncies! Incluso si no puede encontrar una solución en este momento, casi siempre se presentará más adelante”.
Incluso a través de la repetición incesante de este mismo procedimiento, el aprendiz casi nunca se da cuenta del secreto detrás de la cortina. Hay demasiadas otras cosas sucediendo, ejerciendo presión y arrebatando la atención del alumno. Después de muchos ciclos, el alumno finalmente llega a comprender: aunque se vea sombrío a primera vista el problema, siempre hay una solución viable al final (aunque no siempre una perfecta). Probando un camino tras otro, en una sucesión aparentemente interminable, la búsqueda es más como el lento progreso de una persona ciega, abriéndose camino a través de un terreno peligroso y lleno de escombros, que el heroico explorador que tantas personas imaginan. Este enfoque sin prisas, sabiendo que un puerto tranquilo y seguro espera al final del viaje, es una necesidad absoluta para cualquier innovador.
La capacidad de llevar a cabo un trabajo innovador sin renunciar debido a la desesperación o la falta de confianza depende de las experiencias anteriores en el mismo vasto campo de batalla: se adquieren con el tiempo, pero el innovador experimentado también puede servir como una guía y punto de anclaje necesarios. La innovación solo puede realizarse sobre la base de amplios conocimientos y recursos cognitivos, así como de la curiosidad y el ingenio innatos: los primeros pueden adquirirse y perfeccionarse, los últimos son cualidades más innatas. Es el equilibrio de estas cosas lo que proporciona las herramientas para llevar a cabo el trabajo de la innovación. Incluso alguien que puede considerarse a sí mismo como marginalmente creativo, puede, y debería, ser persuadido a la innovación bajo la tutela de un innovador experimentado. La sublime dicha de un momento real de "Eureka" no solo es un recordatorio de los filósofos de la antigüedad, sino una parte muy real de la vida cotidiana de una persona innovadora. Una vez logrado, este dulce néctar del éxito se pone de relieve contra la perseverancia que superó todo el fracaso y la frustración. Los verdaderos innovadores encontrarán que esta compensación es un premio valioso y se encaminará al crecimiento personal para toda la vida.
Creemos firmemente que cualquiera puede aprender a innovar. La innovación es el fundamento de la experiencia humana y nuestra existencia. Sin embargo, no todos tendrán la paciencia para encontrar verdadera satisfacción en la innovación.
En las próximas semanas exploraremos más a fondo este concepto de innovación, incluyendo estrategias para fomentar un proceso y una cultura de innovación más exitosos. Si bien no se limita al entorno universitario, creemos que la universidad es uno de los "hogares" naturales para esta mentalidad y oportunidades para la innovación. Sin embargo, sin comprender la verdadera naturaleza de la innovación, puede ser difícil para nosotros establecer las mejores condiciones para lograr un ecosistema de innovación de alto funcionamiento. Esperamos explorar estos conceptos juntos y, a través de estas exploraciones, construir una mejor UPAEP, Puebla, México y el mundo.
Referencias / References
[1] Juan Manuel López Oglesby, "Digitalized Innovation Ecosystem: “iideas”," UPAEP Graduate School, Puebla, Science Strategy Position Paper 2018. [Online].
https://goo.gl/
[2] Juan Manuel López Oglesby, "Innovation and Diversity: Tomorrow’s Leader on the World Stage," Graduate School, UPAEP, Puebla, Science Strategy Position Paper 2018. [Online].
https://upress.mx
[3] Juan Manuel López Oglesby, "Leadership in a disruption ecosystem," Graduate School, UPAEP, Puebla, Science Strategy Position Paper 2018. [Online].
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[4] Juan Manuel López Oglesby, "Research and Innovation Reform as a Transformation Catalyst in Mexico," Graduate School, UPAEP, Puebla, Science Strategy Position Paper 2017. [Online].
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[5] Juan Manuel López Oglesby, "Science Whys," Graduate School, UPAEP, Puebla, Science Strategy Position paper 2018. [Online].
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[6] Juan Manuel López Oglesby, "Science, Strategy, and SWOT," UPAEP Graduate School, Puebla, Science Strategy Position Paper 2018. [Online].
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[7] Juan Manuel López Oglesby, "Skills, Strategy, and the University," Graduate School, UPAEP, Puebla, Science Strategy Position Paper 2018. [Online].
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[8] Juan Manuel López Oglesby, "Some see things that are.," UPAEP Graduate School, Puebla, Science Strategy Position Paper 2017. [Online].
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[9] Juan Manuel López Oglesby, "The Economic Impact of Innovation," UPAEP Graduate School, Puebla, Science Strategy Position Paper 2017. [Online].
https://goo.gl
Dr. Juan Manuel López Oglesby
Director, Posgrados en Ciencias de la Ingeniería Biomédica
UPAEP
Fis. Alfred Max Hofbauer Balmori
Consultor Tecnológico e Innovador, CESAT
UPAEP
