[Milennials son de gran apoyo en la logística de los albergues: Pbro. Gustavo Rodríguez.]
De 100 migrantes que pasan por Puebla, el 10% llega a albergues; el 50% son captados por grupos delictivos o de trata de personas; y el resto sigue viajando por ‘La Bestia’, autobuses o tráileres, informó el Pbro. Gustavo Rodríguez Zárate, Coordinador Diocesano de la Red de Albergues en Puebla.
Durante su intervención en la mesa de diálogo “Migrar en Caravana. La huella centroamericana en Puebla” que organizó la Facultad de Ciencias Políticas de esta Institución, el párroco agregó que el 80 por ciento son hondureños, y de este porcentaje, el 75% tienen menos de 28 años, viajan con sus esposas e hijos.
Lo primero que se hace al llegar a los albergues, explicó, es registrarlos para tener un control del número de personas que reciben, se les brindan los servicios básicos tanto de higiene como médicos, se les ofrece información acerca de los riesgos a los que se pueden enfrentar al pasar por zonas de trata de personas y finalmente trabajan en su salud emocional, pues dijo, muchos de ellos a su paso por México han experimentado hechos de violencia o perdido familiares o conocidos en su recorrido.
En dicha plática, también se contó con la presencia de la Mtra. Martha Barranco, del Albergue Asunción, y la Lic. Lessabel Becerra del albergue La Aurora, con el objetivo de explorar uno de los fenómenos más importantes del ámbito socio político: la migración, quienes comentaron que los migrantes que vienen en caravana no tardan más que horas en los refugios pues su meta es llegar a los Estados Unidos, solo utilizan los espacios para descansar, bañarse y comer.
En cambio los que llegan en grupos de diez, se quedan a lo mucho dos noches y continúan su camino, aunque hay quienes sí quieren quedarse por miedo a ser deportados por el gobierno de Trump, que son quienes viajan por lo general en tren, y van trabajando en los lugares en los que hacen paradas para solventar su viaje.
Asimismo, aseguraron que las personas que en ocasiones encontramos en los cruceros, no son migrantes, sino personas que pertenecen a grupos delictivos, a quienes ponen a trabajar y les piden una cuota diaria.
Señalaron que los albergues funcionan exitosamente gracias al apoyo de voluntarios y jóvenes de servicio social de nivel secundaria, preparatoria y universidad, quienes organizan todas las donaciones que llegan a los albergues, desde la ropa hasta el medicamento.
A este respecto, recordaron, lo principal que se requiere es promover el acopio de ropa, mochilas, tenis y playeras tanto de hombres y mujeres adultos, como de niños.
Finalmente, la Dra. Lourdes Rosas López, investigadora de la UPAEP, destacó la importancia que tienen los albergues como fuente de información, pues es la manera en que se sabe cómo ha cambiado la población actual de migrantes en comparación con la de hace años, donde era común que los hombres viajaran solos y ahora viajan en familia en busca de mejores condiciones para los suyos.
