En el marco de la celebración del Día de la Tierra, el cual se conmemora el próximo 22 de abril, es fundamental recordar la importancia de un elemento vital como lo es el agua y más para una ciudad como Puebla, la cual tiene una historia entrelazada con este elemento.
En la vida, el agua es el recurso más valioso que tenemos todos los seres vivos, pues donde hay agua, hay vida; “el agua es mucho más que su precio: el agua tiene un valor enorme y complejo para nuestros hogares, la cultura, la salud, la educación, la economía y la integridad de nuestro entorno natural”, así lo expresó la Dra. Estefanía Martínez Tavera, catedrática e investigadora de la facultad de Ingeniería Ambiental que a lo largo de sus años de experiencia se ha dedicado al estudio de este elemento natural, y quien actualmente está participando en un proyecto muy importante para los poblanos, se trata de la presencia de microplásticos en la Cuenca del Alto Atoyac.
Explicó que en primer lugar es fundamental mencionar que Puebla se ve relacionada con este elemento ya que el 16 de abril de 1531, fecha de su Fundación, se ubica a orillas del Río San francisco (hoy bulevar 5 de mayo), que es un espacio colindante con varios señoríos prehispánicos y es bien conocido como “Huitzilapan” o “Rio de Colibríes” por la abundancia de brotes de agua dulce y de esta especie de aves. Para el 29 de septiembre de ese mismo año, hubo una segunda fundación, hoy sabemos que se ubicó en un sitio más plano, que conocemos actualmente como Centro Histórico, en donde se encuentra el Zócalo, pues durante el tiempo de lluvias se inundaba mucho y fue necesario moverlo.
Destacó que, el Río Atoyac fue de mucha ayuda para las industrias textiles desde el siglo XVI pues les favoreció por la fuerza motriz que tiene, aproximadamente 13 industrias dependían de este río tanto del estado de Puebla, como de Tlaxcala.
Derivado de esta explotación, hoy el río tiene una gran toxicidad por la gran cantidad de contaminantes que se arrojan, es por ello que varias organizaciones como IMTA, Tribunal Latinoamericano del Agua, SEMARNAT, Greenpeace, CNDH, se han dado a la tarea de investigar y ayudar a su recuperación a partir del año 2005.
De igual manera, la Dra. Martínez Tavera y su equipo han decidido contribuir al plan de recuperación de este río al iniciar una investigación sobre el nivel de toxicidad que existe en la cuenca encontrando un alto de nivel de metales y algunos otros materiales ajenos al agua, estos incluso resultan dañinos para los habitantes que se ubican cerca.
Este no ha sido el único río que se ha investigado, también han hecho recopilaciones en los ríos Zahuapan, Alseseca y Valsequillo, en donde son preocupantes los niveles de toxicidad que contienen.
Para profundizar más en este tema, Martínez Tavera y su equipo llevaron a cabo la investigación con peces nativos de estas zonas para estudiar los niveles de microplásticos en su intestino y analizar en qué manera puede afectar a las personas de esta localidad que los consumen.
Estas investigaciones han dado pie a más proyectos bajo su liderazgo tales como el Biomonitoreo y Salud Ambiental, asociada a la calidad del agua en la cuenca del Alto Atoyac, y el tema de Microplásticos en cuencas hidrográficas, todo esto tiene como objetivo recobrar el río para el bienestar de los seres vivos que dependen de él, porque “no hay agua más cara que la que no tenemos, porque por sus características no la podemos utilizar”, afirmó la Dra. Estefanía Martínez Tavera.
