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El petróleo, anacronismo o imaginario social
13 abril Por: Fernanda Bretón
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Profesor Investigador del Decanato en Ciencias Sociales presenta libro titulado “El Petróleo en el Imaginario Social Mexicano: Nación, Patrimonio y Soberanía”. Un análisis histórico sobre el hidrocarburo, su relación con el mexicano y su uso como legitimización política.

A través de un recorrido histórico en el cual no solo se revisan los acontecimientos, sino también las legislaciones alrededor del petróleo en México, Josafat Morales Rubio, profesor investigador del Decanato de Ciencias Sociales, presentó su libro titulado “El Petróleo en el Imaginario Social Mexicano: Nación, Patrimonio y Soberanía”.

La parte fundamental de este análisis en palabra de María Luisa Aspe, investigadora del Centro de Estudios Interdisciplinarios, es la manera en que el libro aborda el tema a partir de distintos hitos históricos y realiza el análisis de como el hidrocarburo ha sido parte fundamental de la vida política del país.

“Un aporte muy importante del libro es cómo este imaginario social resulta fundamental para la legitimación política, esto fue fundamental en el periodo de Cárdenas con la expropiación petrolera, más adelante con López Portillo cuando se puso todo el proyecto de nación al servicio de la industria petrolera y en tercer lugar ahorita en la 4T que está reviviendo este imaginario en contextos muy distintos”, expresó la académica.

Destacó que la línea toral que plantea el libro es la reelaboración histórica y simbólica que va a la par del petróleo, es decir, en la mente de los mexicanos hay una pertenecía o cultura compartida entorno al petróleo. “Este no es el único imaginario social central que parece resucitar, pensemos en la historia patria, el caso de Vasconcelos, pero en este sentido es importante los mecanismos de los que habla el autor: educativos, simbólicos y legales que van de la mano para fortalecer este imaginario”.

El primer gran hito que se puede encontrar en el libro abarca el periodo de 1917 a 1938; María Luisa Aspe explica que a partir de lo planteado en el texto el problema comienza con el artículo 27 constitucional, cuando se plantea que el suelo y subsuelo es propiedad de la nación. El dilema posrevolucionario implicaba la relación con el mundo y el reconocimiento, en esta primera etapa el petróleo tiene que ver en la relación con el mundo y también con esta noción carrancista del nacionalismo.

“Posteriormente plantea un segundo periodo de 1940-76, el cual narra la crisis del petróleo, pero también es patente el sentido de decir la industria nacional 100% mexicana que va de la mano de la campaña de lo hecho en México está bien hecho y da ejemplos de cómo en este periodo se consolida este imaginario social”.

Según la descripción de la académica, el tercer periodo que va del 76 al 88, abarca los periodos presidenciales de Echeverría y López Portillo; en donde el petróleo es considerado un factor macroeconómico como palanca del desarrollo.
“Esto lo podemos ligar con el último capítulo del libro que es el imaginario del que participa el Presidente historiador como le llama el autor a Andrés Manuel López Obrador, de ese imaginario del petróleo como la fuente de vida nacional. El epílogo aborda el petróleo en la era de la 4T, el rescate del imaginario; que a mi parecer no sé si sea un rescate o un anacronismo que se plantea”, puntualizó la investigadora.

Por su parte Josafat Morales Rubio, autor de esta obra, indicó que caso de imaginarios sociales parecidos al descrito en su obra se pueden observar principalmente en América Latina poniendo como ejemplo el caso del cobre en Chile.

“El imaginario hoy en día sigue presente, si bien se ha modificado, no ha sido estático, se ha ido adaptando a los diferentes contextos históricos que ha enfrentado el país, pero no ha desaparecido como parte de la identidad nacional”, puntualizó.

Agregó que actualmente el peso que el petróleo ha tenido en el discurso del Presidente ha sido muy marcado, incluso el ejemplo más grande de corrupción al que hace referencia durante su discurso de toma de protesta es el de PEMEX y lo que logra es juntar el tema de este imaginario con el de la corrupción, logrando reposicionar este imaginario y hoy permanece en su discurso.

“Es tan patente que durante la reciente ceremonia de conmemoración de la expropiación petrolera dijo que se produciría el petróleo necesario para los consumos internos, pero no vamos a exportar petróleo; cambiado su discurso cuando en 2018 reiteraba el papel exportador del país, que hace énfasis en el papel que el hidrocarburo juega en la legitimación política”, concluyó.

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