[Nuncio Apostólico mantiene conversatorio con la Comunidad Universitaria.]
En el marco de las VII Jornadas de la Familia, se llevó a cabo un conversatorio entre la Comunidad Universitaria y el Nuncio Apostólico en México, S.E. Mons. Franco Coppola, en el que se discutió el tema de Familia y Vocación.
Durante este espacio de reflexión, los estudiantes y profesores cuestionaron diferentes tópicos que enmarcan a la familia, así como la percepción y retos que esta institución social presenta.
Al ser cuestionado sobre la comunicación de la verdad, Mons. Coppola expresó que sería presuntuoso afirmar que poseemos la verdad, puesto que, si consideramos que la verdad es Dios, no podemos ser más grandes que él para poseerla, al contrario, buscamos la verdad.
“Los padres no deben pensar que son ellos los que tienen que comunicar la verdad a los hijos, tenemos que caminar juntos porque pueden ponerme una pregunta que yo nunca me había realizado; y esto puede ser muy enriquecedor para la fe. Yo puedo aprender mucho escuchando a los hijos, y ellos pueden aprender de mi experiencia, pero estamos caminando juntos, buscando la verdad”.
Respecto al tema del noviazgo y de manera particular de la relación entre un católico y un ateo, el nuncio refirió que es una temática muy actual, explicó que el noviazgo es un camino, son dos personas que se encuentran y deciden caminar juntos.
“Si se camina juntos, pienso que se puede aprender mutuamente, la persona que tiene fe puede instruirse muchísimo de las dudas que tiene la persona que no tiene fe, que no conoce a Dios; y la persona que no conoce a Dios, si no tiene una mente cerrada, puede comprender mucho de la persona que conoce a Dios, es un conocimiento reciproco”.
Durante este intercambio de ideas, también se abordó el papel de la mujer en la Iglesia, así como su participación dentro de la misma, ante esto, el Nuncio Apostólico mencionó que la Iglesia tiene un rostro femenino ya que esta es Madre y se puede ver reflejado en el papel tan importante que tiene la Virgen María dentro de la estructura eclesiástica.
Dijo que hoy se debe dar espacio a las mujeres para que ayuden a dar a la Iglesia un rostro de madre, su rostro. “Esto se realizará con la participación, escuchándonos y escuchándolas sobre todo, pidiendo su punto de vista, su manera de vivir la fe; su forma de entender la fe, de ver la relación con el señor y con los demás”.
Agregó que es importante la participación de las mujeres dentro de los consejos pastorales de cada parroquia para que sea desde ahí donde puedan compartir su punto de vista, consideró que el primer favor que tienen que hacer las mujeres a la Iglesia es no callarse.
Para concluir, Mons. Franco Coppola señaló que la familia está llamada a hacer presente la manera en que Dios ama, “esto no es una tarea sencilla, porque somos hombres, no somos Dios, podemos con su ayuda,pero solos no lo conseguiremos”.
Campus
Caminar juntos en familia para buscar la verdad
27 marzo Por: Fernanda Bretón