[El VI Congreso de Humanidades analizó las Prospectivas Políticas para México.]
México es un país Federal con muchas y muy marcadas tendencias hacia la centralización, en parte por su historia y en parte por los procesos que ha enfrentado, ejemplo de ello es la pobreza y la inseguridad, reconoció el Dr. Herminio Sánchez de la Barquera, Decano de Ciencias Sociales durante la conferencia titulada Prospectivas Políticas para México en el marco del desarrollo del VI Congreso de Humanidades.
Enfatizó que en el caso concreto de México podemos ver que algunas instituciones se han visto débiles en los últimos años, hay instituciones poco respetadas, tenemos instituciones encargadas de la seguridad que están muy por debajo de lo que uno quisiera que estuvieran en materia de respetabilidad frente a los ciudadanos; otro problema que tenemos es que nuestras leyes son arcaicas y son poco prácticas en muchos casos.
“Aún tenemos problemas serios en adecuarnos a un mundo que cambia, tenemos modelos económicos que ya no funcionan, falta trabajo en la transparencia, la brecha entre texto constitucional y realidad constitucional aumenta, hay una falta de voluntad política y de capacidad de negociación para involucrar a los gobiernos de los estados en la resolución de los grandes problemas nacionales”.
Agregó que uno de los grandes problemas de por qué no hemos podido tomar en el puño el problema de la seguridad en México es que los estados siguen sin cumplir su tarea en materia de seguridad, además de que hay poco conocimiento de la sociedad acerca del mundo de la política y la economía, puesto cree que son aspectos de fácil solución, cuando en realidad son complejos.
Sin embrago, dijo que no todo debe verse desde un aspecto negativo, el Estado Mexicano tiene también una serie de fortalezas como que es una democracia más consolidada en comparación con hace 40 años, hay una conciencia generalizada sobre las libertades y derechos, algunas instituciones siguen mostrando fortalezas, el ámbito macroeconómico es relativamente estable, sin embargo, “hay dos factores que me preocupan, uno la deuda, que es muy alta y otra es qué va a pasar en materia de macroeconomía una vez que entre el siguiente gobierno”.
Ante los nuevos escenarios que se nos presenta con la entrada de un nuevo gobierno, el Dr. Sánchez de la Barquera explicó que a su punto de vista vislumbra un peligro muy preocupante y es que una República Federal como lo es nuestro país, requiere de muchos pesos y contrapesos, sin embargo, ante los resultados obtenidos en la última contienda electoral, este sistema se ve comprometido y podría darse una tendencia a la concentración de poder.
“Los partidos políticos derrotados quedaron reducidos a su mínima expresión, esto es muy peligroso porque no hay capacidad de oposición, no hay una manera de hacer un contrapeso en el legislativo, la pregunta es ¿qué partidos pueden ejercer de manera cumplida su papel de oposición?”
Agregó que hay otros actores que pueden fungir como oposición como lo son los tribunales, los medios de comunicación, los mercados, el Banco de México y la sociedad civil; en esta última tienen un papel muy importante las universidades y las congregaciones religiosas.
“Es muy importante en un país democrático que haya oposición, aquí el problema fue que no tenemos oposición por una cuestión de un gobierno autoritario, sino por decisión popular. Si tenemos un mal gobierno es aún peor si tenemos una mala oposición, Una oposición débil, fragmentaria o sin autoridad moral es lo peor que puede pasar en un país democrático”.
Indicó que para poder evitar este temor que se ve reflejado en parte de la población, debe haber un mayor soporte técnico en las decisiones que se tomen, no pueden ser ocurrencias de campaña.
“Habrá que esperar que se aproveche esa legitimidad que se tiene, ese bono democrático y esa mayoría aplastante, pero para conducir al país en un sentido adecuado.”
Finalmente indicó que en la política y en la economía no hay milagros y de parte de todos debe existir un compromiso con el estado democrático de derecho; la sociedad civil debe fortalecerse y asumir su papel como actor en pro del bien común, hay que reflexionar también sobre qué papel deberán jugar las universidades en un país donde ciertos valores de la democracia se están perdiendo.
