[Durante el periodo universitario pueden enamorarse de grandes cosas.]
La misión de un profesor es la de despertar intereses, se debe de conseguir que los alumnos descubran tantas cosas bonitas como hay en la vida y muchas se pueden descubrir en la universidad, ya que este es un periodo de oro, destacó el Pbro. Juan Luis Lorda, Director del Departamento de Teología Sistemática de la Universidad de Navarra, durante el desarrollo de la conferencia Cristianos, profesionales, ciudadanos.
“Están ustedes en un periodo fantástico, donde al final se forjan las grandes líneas de la personalidad y mucho tiene que ver con haber descubierto cosas bonitas, que valen la pena, nacen grandes amistades en este periodo de la vida de la persona, nace el descubrimiento de los saberes humanos, el descubrimiento de un horizonte profesional, también se descubre qué vale la pena; y todo esto está condensado en una palabra que podemos llamar humanismo”.
Explicó que humanismo se refiere a la experiencia de lo que nos hace más humanos y esto se descubre durante el periodo universitario, “la formación es autoformación, porque se hace desde la libertad; ustedes con esta se hacen a sí mismos y lo logran cuando descubren cosas que valen la pena y que a ustedes les hacen crecer”.
Uno de los grandes aspectos para desarrollarse como persona es el servicio, ya que el objetivo de una persona es darse a los demás, indicó el Director del Departamento de Teología Sistemática de la Universidad de Navarra.
Agregó que el gran motor del humanismo es descubrir dónde está lo bueno e imitarlo, “en esta etapa de la vida universitaria tienen la gran oportunidad de enamorarse de grandes cosas”.
Comentó que la persona tiene una capacidad de dimensiones que no se ven y que hay que hacerlas crecer, entre ellas destacó la dimensión de la amistad, del amor a los demás, el sentido de vida, así como el legado o aportación que se desee dejar. “Si conectan con estas cosas, su vida se elevará y si no lo hacen se convertirá en una vida mediocre, egoísta o triste”.
Toda persona está expuesta a muchos arpones en la vida, que se clavan en el alma, nos tiran y nos llevan; una persona sin cuidado puede terminar siendo un alcohólico, un egoísta o un tramposo, pero también hay arpones positivos que elevan la capacidad de la persona, expresó el catedrático.
“El gran motor de la vida humana es el amor, enamorarse de cosas bonitas es un motor muy grande y ustedes lo tienen bastante vivo (…) por lo que hay que ver como exponerse a esas cosas que hacen crecer”.
Comentó que el desarrollo de la libertad se da a través de las virtudes como la prudencia (pensar lo que hacemos), justicia (honestidad), fortaleza (si no somos fuertes seremos morales) y templanza (ser moderado).
“Hoy ustedes están abiertos a tantas cosas, por lo que los invito a que cultiven las amistades buenas, la libertad interior, sean libres ante sí mismos, consigan emocionarse con algo, porque eso les dará la fuerza de la vida, enamórense de tantas cosas estupendas. Les deseo que descubran estos bienes invisibles en este periodo de su juventud”.
Cabe destacar que el Pbro. Juan Luis Lorda también abordó con la Red Directiva Ampliada el papel de la Universidad Católica en la actualidad y el impacto que debe tener en la construcción de la sociedad.