[Practicar inglés y visitar a Ku, son los valores agregados que encontró en nuestra institución.]
Además de practicar el inglés como segunda lengua, Yoseff Josmar Arango Gómez, estudiante de la Universidad Antonio Nariño de Colombia, también ha tenido la oportunidad de pasar las tardes con Ku, Águila de Harris de origen mexicano y que es el símbolo de esta Institución.
Y es que Yoseff confesó ser amante de los animales; a lo largo de su vida ha tenido mascotas como águilas, serpientes, ratones, loros, guacamayas, armadillos, gatos, conejos, perros, iguanas e incluso peces.
“Creo que me gustan mucho los animales, en mi vida he tenido bastantes y me gusta pasar tiempo con Ku, se deja tocar, pero aún no tiene la suficiente confianza como para dejarme acercar tanto así que me basta con solo ver cómo vive”, relató.
Josmar Arango, llegó a esta Universidad para cursar un semestre de intercambio en la Facultad de Comercio Internacional; eligió México por el idioma y la UPAEP por su ubicación céntrica.
“Me encantó la ubicación además me ofrecía mucho de lo que tenía en Colombia, pues también es una universidad privada, sin embargo, lo que más me gustó fue que tenía tal cuál la licenciatura en Comercio Internacional, que es precisamente lo que yo buscaba y no una mezcla con finanzas, negocios internacionales o administración”, reveló.
Entre los retos que ha tenido que enfrentar para poder sobrevivir a una cultura distinta están el picante en toda la comida, el tipo de moneda que usamos y una que otra palabra que si bien en Colombia muestra educación, en México tiene una connotación bastante ruda entre las mujeres: señora.
“Sí, cuando tú dices señora o señor es como ¿qué necesitas?, no es porque la persona con quien estés hablando sea mayor de edad, es como de educación, así se trata en Colombia. Pero aquí ya no la uso tanto, pues la gente se molesta, así que depende de la persona, si siento que va haber problema, mejor le digo ‘dime’, pero no señora”, expresó.
Agregó que otro de sus problemas es el picante, pues en Colombia éste no se consume en grandes cantidades, sino más bien es utilizado como aderezo, lo cual le ha originado un serio conflicto para encontrar lugares para comer.
“Aquí todo está súper picante, a veces te dicen pica poco, pero no sí pica demasiado. He encontrado dos o tres lugares en donde la comida no tiene picante y te preguntan ‘¿te pongo picante?’, por eso siempre voy a los mismos lugares, me evito sorpresas”.
En cuanto a la moneda, dijo, se le complica su uso ya que en Colombia se manejan tres ceros más es decir, lo equivalente a 15 mil pesos colombianos son 100 pesos mexicanos, por lo que tuvo que adaptarse para manejar la conversión apropiadamente.
Como parte de su experiencia académica, Josmar destacó que el ritmo de las clases es mucho más rápido y más autodidacta, además de que la mayoría de la bibliografía que le han recomendado consultar está en inglés, lo que le exige un doble esfuerzo.
“En Colombia no hay mucha presión con el idioma, sin embargo, al final es evaluado, entonces con este nuevo sistema que estoy experimentando en UPAEP que me envían textos en inglés y correos, me he ido acostumbrando un poco más al inglés; un segundo idioma en mi carrera es fundamental, pero no deja de ser pesado pues llevo 6 materias y todas requieren de atención”, comentó.
Por lo anterior, Yoseff ha tenido poco tiempo para poder viajar y explorar un poco más el país, aunque sí pudo ir al Santuario de la Mariposa Monarca, lugar que le pareció bastante atractivo por su belleza natural.
“Fue una experiencia muy bonita pues desde que llegué ha sido un choque cultural el no encontrar muchas áreas verdes, todo es como café, amarillo, distinto. En Colombia todo es verde, todo el tiempo. Crecí en un pueblito así que estaba acostumbrado a los paisajes naturales, y me gusta mucho caminar, así que el viaje al Santuario me pareció maravilloso, por eso”.
Finalmente, invitó a sus compañeros de la Universidad Antonio Nariño a que se animen a realizar un intercambio, a vivir nuevas experiencias, conocer una nueva cultura para así tener algo que contarles a sus hijos o nietos en un futuro.