Mensaje del rector de la UPAEP, el día en que reinician las actividades de la universidad en el formato online. Su reflexión ante la pandemia: En estos días de contingencia la sociedad ha dado muestras de solidaridad y compromiso hacia los demás
Hoy, más que nunca, la humanidad se ha mostrado solidaria y preocupada por el otro, esto debe darnos muestra de que el cambio es posible si nos lo proponemos. Esa es la idea central de la colaboración que Emilio Baños Ardavín, Rector de la UPAEP compartió en el espacio que el comunicador Fernando Canales tiene destinado para la opinión de los Rectores.
«Este 2020 quedará para marcar la historia de la humanidad, de nuestro país y de Puebla mismo, nada de esto nos puede ser indiferente y de alguna manera tenemos que ir descubriendo no tanto en el por qué sino en el para qué», infirió el Rector
La pandemia del coronavirus nos ha despertado bruscamente del mayor mal que atañe a la humanidad: el del delirio de la omnipotencia, el creer que todo este poderío tecnológico, científico y militar lo puede todo y ha mostrado qué tan vulnerable es la humanidad.
«Tenemos que darnos cuenta de que todo, las ciencias, las actividades productivas, los avances tecnológicos, toda la dinámica del quehacer político, se debe poner en perspectiva y nos obliga a ponerlo en su lugar, por supuesto también las relaciones con los otros, cómo nos extrañamos, cómo tenemos la necesidad de vernos, de encontrarnos, y desde luego nuestra relación con la naturaleza», destacó Emilio Baños.
Pero es también en esta crisis que podemos ver la otra cara del COVID-19, la que saca lo más noble de la humanidad, a la que de repente no le dábamos ya ningún crédito. Vemos a hora estas muestras de unión, estamos todos en una continua tendencia a unirnos, reencontrarnos y vernos de otra manera.
De este sentimiento de unión -dijo- se deriva un espíritu solidario, ejemplo de ello es el quedarse en casa aquellos que lo puedan hacer como muestra de esta solidaridad hacia los demás, «mostrarnos solidarios con todos los cuerpos médicos y los cuerpos médicos en sí en su entrega, en esa vocación hacia los demás pero también de todo el personal de servicio, de las fuerzas de seguridad pero también de la cadena de suministro, etc, toda esa dinámica solidaria realmente ha sido un elixir en esta crisis que nos alienta».
Esta solidaridad debe de dar paso a la esperanza, «como sociedad debemos releer el escenario en el que estamos inmersos ahora para esbozar un futuro distinto, lo peor que nos puede pasar es remitirnos a pretender construir un futuro igual que fue el pasado presente. Si no lo entendemos, esta crisis habrá sido en vano y me parece que todo este dolor y estas muertes no pueden quedarse así», recalcó el también presidente de FIMPES.
Con una pequeña introspección -destacó- nos damos cuenta hay gente que nos necesita, pero hay mucha gente que nos puede ayudar y a la que necesitamos. Es así como se va entretejiendo esta nueva perspectiva que tenemos que armar y construir. Esto no se puede quedar solo en la reflexión; aún a la distancia y resguardados podemos concretar medidas específicas solidarias y eso es algo que es notabilísimo en todos los estratos de la sociedad.
«Es evidente que en el caso de México los días por venir van a ser los más duros y los que requieren medidas solidarias concretas, acciones que nos van a llegar a doler. Ojalá nos duelan en el sentido de que empecemos a movilizarnos y dar más de lo que estamos acostumbrados porque eso es lo que nos va a hacer cambiar el futuro, el comprometernos en lo personal y desde nuestras comunidades», concluyó el Rector de la UPAEP.