Nuestra generación se caracteriza por haber nacido en la era del avance tecnológico más impresionante y veloz de la historia. Quizá crecimos con una enorme computadora de escritorio en casa y así comenzamos a aprender cómo desenvolvernos con la tecnología. Lo cierto es que a pesar de los cambios tan frecuentes que tiene esa industria, nosotros nos adaptamos tan rápido que ni lo percibimos.

Las compras en internet son algo extremadamente común para nosotros, ¿quién no sabe usar Uber o cómo comprar boletos para una película desde su celular? La creación más reciente fueron los asistentes electrónicos como Siri, Cortana o Alexa, quienes pueden responder tus preguntas, programar alarmas e incluso controlar otros dispositivos dentro de tu casa.

La inteligencia artificial avanza rápidamente y piensa involucrarse en todos los ámbitos posibles, desde la medicina hasta el transporte. Sin embargo, el sector que representa el mayor reto hasta el momento es el educativo. Se estima que hasta 800 millones de trabajadores globales perderán sus empleos para el 2030 y serán sustituidos por la automatización robótica. Pero los maestros serán tal vez los últimos en resentir el cambio.

Aunque la idea no es que las escuelas desaparezcan, se esperan cambios muy interesantes dentro de las aulas. Con la inteligencia artificial un robot no sólo tendrá acceso a muchísima más información que una persona, sino que también podrá adaptar su método de enseñanza al que mejor convenga al estudiante. Cosa que los maestros actuales no pueden hacer por la cantidad de alumnos que tienen.

El problema radica en que para lograr todo esto, el robot tendría que ser capaz de entender muchas de las actitudes y comportamientos humanos y eso es algo que hasta la fecha no pueden hacer. Actualmente se utilizan algunos robots para ofrecer retroalimentación de los trabajos o incluso calificarlos, pero sólo en caso de ya conocer las respuestas previamente, cosa de la que no es capaz con, por ejemplo, un ensayo.

Además sería ingenuo suponer que cuando la inteligencia artificial llegué a este nivel de habilidades los maestros van a desaparecer y cada niño aprenderá desde la comodidad de su casa. Los maestros no son simples transmisores de conocimiento, sino que también son importantes para generar lazos y modelos a seguir en el futuro de los estudiantes. Cuando sea momento de adaptarse las escuelas seguirán existiendo porque son importantes para el desarrollo social de las personas y los maestros se encargarán de estimular otros como el trabajo en equipo, la ética y más cosas que no se aprenden en los libros de texto.

Quizá falten algunos años para que este fenómeno sea más palpable, pero la tecnología avanza a paso veloz y antes de que nos demos cuenta será una realidad. Sería bueno preguntarnos qué podemos hacer nosotros, que un robot no.