[El profesor debe fomentar una cultura de resolución de problemas.]

En la conferencia “El error del alumno como ocasión del aprendizaje” el doctor en Filosofía Gregorio Luri Medrano, abordó la pedagogía científica como pedagogía clínica y explicó por qué es una técnica factible, deseable y útil.

Para explicar el tema, el Dr. Luri Medrano hizo una analogía que evidencia las similitudes entre el médico y el profesor, pues mencionó que cuando el médico atiende a un paciente, convierte su malestar en un síntoma, para elaborar un diagnóstico y por último un tratamiento. Así mismo el maestro debe encontrar patrones en los errores de los alumnos para tratar de eliminar la causa que los origina.

De ahí surge la “errorología”, que ayuda a recolectar este tipo de información clínica y corregir el error, pues explicó que si los alumnos no hacen lo que el profesor les pide que hagan, no se debe descartar la hipótesis de que el profesor no les ha enseñado correctamente a hacerlo, porque el error del alumno ayuda al profesor a ayudarlo.

Otra causa del error es la incapacidad atencional, para la que el Dr. Luri Medrano, sugiere una estrategia en la que, en un examen, un mismo problema se resuelve bien al inicio, regular a la mitad y mal al final, lo cual señala no que el alumno no sea capaz de resolverlo, si no que no es capaz de mantener su atención por un periodo muy largo de tiempo, mientras que en redacción, el error más común no permite comprender de todo el problema.

En cuanto a la formación de maestros, se trata de evidenciar las metodologías que más éxito han tenido, sin embargo, el reflexionar críticamente sobre los errores del alumno le permite al profesor, al mismo, tiempo reflexionar sobre si el trabajo pedagógico fue realizado de la manera adecuada.

El Dr. Gregorio Luri, concluyó su participación diciendo una de las tareas más importantes de un docente es formular las preguntas correctas y asegurarse que lo que entienden los alumnos sea lo mismo que lo que él trató de preguntar, así como darle retroalimentación para no ser entonces la causa de su ignorancia.